Las técnicas que vinculan lo natural y lo ecológico se presentan cada vez con mayor notoriedad en todo tipo de productos.
En el arte del tratamiento de la vid, teniendo en cuenta su intrínseca relación con la Naturaleza, el cultivo y los procesos de preparación requeridos, era lógico que más pronto que tarde estas técnicas también condicionarán los productos resultantes de vino.
Es así cómo nos encontramos, entre las muchas variedades disponibles, las de vino natural y vino ecológico. Dos productos conceptualmente similares, pero que presentan sutiles diferencias por las que algunos consumidores prefieren un formato u otro.
Vino natural, ¿qué es?
Se denomina vino natural al que se elabora sin prácticamente intervención por parte de técnicos y enólogos.
También implica que el tratamiento de las uvas y el laboreo en los campos son mínimos o incluso excepcionales.
Además, el vino natural se elabora en bodegas donde la tecnología existente es muy reducida. De hecho, se suele preservar el tratamiento del vino como se hacía antiguamente.
¿Qué es un vino ecológico?
El vino ecológico es aquel elaborado con uvas que proceden de la agricultura ecológica y que siguen la normativa relacionada con un tratamiento reducido de productos químicos.
Este vino prioriza el uso de productos naturales para su tratamiento respecto a otras alternativas, en lo que respecta a la prevención de cualquier enfermedad que pueda desarrollar la uva.
Por descontado, un vino natural puede ser también ecológico, pero eso no significa que en todos los casos se cumpla esta condición.
De hecho, algunos catadores expertos, así como consumidores en general, identifican ciertas diferencias entre un vino natural y ecológico.
Diferencia entre vino natural y ecológico
El concepto de cada uno nos hace ver la diferencia entre vino natural y ecológico. No obstante, además de a nivel teórico, hay acciones prácticas y consecuencias relacionadas, que nos hacen ver mejor en qué se distinguen entre ambos.
En el propio proceso de elaboración suele haber una diferencia clave que es la presencia de sulfitos. En el vino ecológico sí se aprovechan pequeñas dosis de sulfuroso, para mejorar su conservación.
En el vino natural, en cambio, no se añade nada. Se mantienen los sulfitos producidos de forma natural durante la fermentación alcohólica.
A nivel de certificaciones también hay diferencia. Los vinos ecológicos pueden tener cualquiera de los sellos ecológicos siempre que cumplan los requisitos indicados. Además, deben tener el etiquetado de productos ecológicos asociado.
Respecto a los vinos naturales, existen sellos como el de Productores de Vinos Naturales o PVN que pueden asociarse a esa producción sin artificios ni intervenciones externas.
Respecto al resultado final, lo cierto es que elaborar un vino natural que cuente con propiedades de alta calidad, sobre todo en lo referente a aroma y sabor, es más difícil que con los vinos ecológicos.
La precisión que se requiere para producir vino natural exige experiencia y conocimiento de alto nivel sobre cada tipo de variedad de uva, así como de las condiciones en que se fermenta.
Por descontado, al final el veredicto que importa es el que le otorgue el propio consumidor y aquí encontramos la variedad de opiniones tan característica de este sector.
Si bien la mayoría coincide en que un vino natural elaborado con unas propiedades óptimas es difícil de igualar, en la práctica muchos vinos ecológicos consiguen un acabado incomparable y son favoritos incluso para los catadores más expertos.
Lo importante es la ausencia de elementos químicos externos en gran porcentaje, así como también de otros tratamientos que añaden artificialidad al producto resultante, por lo que son dos excelentes opciones entre las que elegir para disfrutar de esta bebida.
Ahora que ya conoces la diferencia entre vino natural y ecológico sólo queda que experimentes con ellos y consigas distinguirlos mientras disfrutas de la experiencia.