Mantener una dieta saludable requiere incluir frutas y verduras en su proporción adecuada y por ello es posible que te puedas preguntar cómo conservar verdura. El problema que presentan estos alimentos es que tienen poca durabilidad, por lo que es muy importante mantener su conservación lo mejor posible.
Para ello te ayudamos con unos cuantos consejos sobre cómo conservar frutas y verduras, tanto si todavía no las has empezado como si ya has aprovechado parte de ellas en alguno de tus platos.
Frutas y verduras que hay que conservar en la nevera
El mejor electrodoméstico que tenemos a nuestra disposición para la óptima conservación de frutas y verduras es la nevera. Nos permite mantener a una temperatura fresca los alimentos, de manera que retrasa su oxidación y podemos disfrutar de ellos por más tiempo.
No es una medida eterna y cuanto más frescos tomemos estos productos, mucho más mantendrán sus propiedades nutritivas intactas. Aun así, es la forma más adecuada para que podamos conservarlos durante días de la mejor forma posible.
Las frutas que es recomendable conservar en la nevera son aquellas que son algo más delicadas. Por ejemplo, las fresas, los arándanos, las cerezas, las frambuesas, etc. Todas ellas se ven muy afectadas por el calor, por lo que siempre deben mantenerse en temperaturas bajas.
Por su parte, la lechuga en todas sus variantes es también mejor conservarla en la nevera. Lo ideal es que esté dentro de una bolsa, ya que así se conservará hidratada y fresca.
Otras frutas como las manzanas o las peras dependen más del gusto del consumidor. Puedes guardarlas en la nevera, donde maduran sin problema o dejarlas a la intemperie, en un lugar que sea seco y donde no dé la luz del sol directa y comprobarás que también se mantienen bastante tiempo.
Si has sumado a tu compra productos como pimientos, berenjenas o calabacines, se pueden guardar en la nevera si optas por los estantes menos fríos, pero ten en cuenta que es mejor consumirlos en pocos días.
De igual forma, si optamos por incluir en nuestra dieta pepinos, zanahorias o apios, lo ideal es que las mantengamos en la nevera si no vamos a tardar en consumirlas. Pueden perder ligeramente aroma y sabor, pero también hay quien prefiere estos alimentos fríos.
Finalmente, tanto los cítricos como las uvas se pueden conservar muy bien fríos. Estas últimas mejor si las guardamos en una bolsa cerrada para que no pierdan agua.
¿Cómo conservo verdura y fruta fuera de la nevera?
Algunas frutas y verduras se conservan mejor fuera de la nevera. Es el caso de los tomates, que en el frigorífico van a sufrir una pérdida de sabor importante. Es mejor que optes por un lugar seco y oscuro como una despensa.
Frutas como los melocotones, nectarinas y otras variedades similares es mejor guardarlas fuera, porque el frío les impide alcanzar el punto de maduración óptimo con el que puedes sentir su incomparable sabor.
Curiosamente, los melones y sandías también es mejor dejarlos fuera de la nevera, porque así mantendremos su aroma original y su sabor dulce característico. Si queremos disfrutar de ellos algo frescos, mételos solamente unas horas antes de consumirlos.
En el caso de los ajos y las cebollas, no optes por el frigorífico. En lugar de ello, puedes mantenerlos por más tiempo en un cajón de forma que no les dé la luz del sol.
Las patatas y otros tubérculos se van a estropear con el frío, así que también debes evitar todo lo posible esta solución.
¿Cuál es la mejor forma de conservar verduras cortadas?
Muchas veces troceamos las verduras pero no llegamos a consumirlas del todo. La que sobre como zanahorias troceadas o pimientos, es mejor guardarlas en la nevera sumergidas en agua.
Si son trozos muy pequeños podemos simplemente dejarlos en un envase cubierto dentro del frigorífico.
Ahora bien, siempre ten en cuenta que es preferible usar aquellas zonas de la nevera en las que tengamos una temperatura de unos 10ºC.
¿Y cómo conservar las verduras y frutas cocidas?
Si te han sobrado verduras cocidas y quieres mantenerlas, deja que se enfríen totalmente antes de meterlas en la nevera. Luego puedes mantenerlas unos 3 días, aunque dependerá del tipo de verdura cuánto conservará su sabor natural.