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Crear, vender y/o transportar productos ecológicos es una opción comercial cada vez más presente en cualquier mercado, tanto por sus beneficios para el medio ambiente como también por haber demostrado que ofrece una buena rentabilidad.
Sin embargo, una empresa o negocio que se basa en productos ecológicos tiene sus propias peculiaridades y mucha gente no sabe cómo enfocar este tipo de trabajos.
Te damos algunos detalles sobre cómo hacer productos ecológicos para vender, con base en una iniciativa sostenible que tenga opciones de larga duración.
¿Cómo crear productos ecológicos?
El primer paso de un negocio con productos ecológicos es plantear qué crear, qué vender. En la mayoría de casos, si hablamos de esta tipología de productos, se piensa automáticamente en la agricultura. ¡Pero hay muchas más opciones sobre cómo crear productos ecológicos!
Los productos ecológicos son aquellos que están elaborados con materias primas y prácticas que respetan el medio ambiente. También pueden ser productos reciclados, a los que se les da una segunda vida útil o que utilizan materiales que han sido utilizados previamente.
Elección de las materias primas
Teniendo en cuenta las características que deben tener las materias primas de un producto ecológico, nos vemos ante dos principales opciones entre las que elegir.
La primera de ellas es escoger materias primas que sean sostenibles de origen. Obviamente, la agricultura tiene un gran peso en este mercado.
Deben ser productos que se crean sin utilizar sustancias químicas y sin añadir otras sustancias artificiales u organismos que hayan sido modificados genéticamente.
La otra opción es escoger materias primas recicladas. Siempre que el proceso o el resultado no supongan un daño para el medio ambiente, podemos aprovechar todo tipo de productos a los que otorgar nuevas funcionalidades, una vez ya no sean utilizados para su propósito original.
Durabilidad y vida útil de los productos ecológicos
Uno de los objetivos de fomentar el uso de productos ecológicos es que presenten una máxima durabilidad, con el fin de reducir la cantidad de residuos. Cuanto más tarde en convertirse un producto en algo desechable, mucho mejor.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la durabilidad aporta buena imagen a un producto sostenible. Se desmarca de la consideración de ser algo demasiado perecedero o de escasa vida útil.
De hecho, los productos reciclados son la demostración práctica de que la durabilidad puede extenderse mucho más del planteamiento original, siempre que se les encuentren usos apropiados.
Packaging y transporte de productos ecológicos
En este sector, también es importante plantearse cómo vender productos ecológicos, sobre todo con relación a la presentación del producto. No han sido pocas las empresas que han cometido el grave error de usar envases y packaging no ecológicos para productos teóricamente sostenibles. La idea original era buena, pero la forma de comercializarla echaba al traste todo el esfuerzo invertido.
El packaging de un producto ecológico debe cumplir las mismas características de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Mejor todavía si está fabricado de forma que pueda ser reciclado o incluso utilizado con otros fines.
El transporte es otro factor clave de un producto ecológico. De hecho, muchos comerciantes de este sector se decantan por los negocios de proximidad, para minimizar el uso de cualquier tipo de vehículo que pueda suponer una mayor contaminación.
En cualquier caso, lo importante es que escojamos un transporte lo más sostenible posible y que nos ayude a reducir al máximo la huella de carbono, tanto si hablamos de la comercialización directa, como del transporte de los materiales a los centros de producción y de ahí a los puntos de venta.
Quiero distribuir mis productos ecológicos, ¿cómo lo hago?
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Por descontado, también puede ser un complemento óptimo para un negocio físico ya existente, dado que supone una inversión sostenible con la que dar salida a la distribución de tus productos ecológicos sin aumentar el impacto en la huella de carbono.